Durante los años 90, viví una etapa inolvidable con el Commodore Amiga, una máquina que me enseñó a mirar la informática desde una perspectiva creativa, eficaz y avanzada para su época. Como usuario intensivo, descubrí herramientas que marcaron un antes y un después en mi flujo de trabajo. Una de ellas fue, sin duda, Directory Opus, el mítico gestor de archivos con doble panel que se convirtió en parte fundamental de mi día a día.
🌀 Directory Opus: la herramienta perfecta para el Amiga
Recuerdo perfectamente cuando conocí Directory Opus. Venía de navegar por Workbench y otros exploradores del sistema, pero cuando instalé DOpus en mi Amiga 500 (y más adelante en el Amiga 4000), algo cambió. Esa interfaz con dos paneles paralelos me permitía copiar archivos entre disquetes, discos duros y carpetas de forma rápida y visual. Podías hacer batch renaming, abrir imágenes, descomprimir archivos, y hasta lanzar scripts desde la interfaz. En resumen: fue una revolución.
✨ Para quienes no lo vivieron: en un mundo sin ratón óptico ni escritorios multitarea reales, Directory Opus era como tener un Ferrari para navegar por los archivos.
💻 El salto a Windows: Windows Commander y la continuidad lógica
A principios de los 2000, cuando ya usaba Windows de forma más habitual por temas laborales, sentía que algo me faltaba. El Explorador de Windows me parecía limitado, especialmente cuando comparaba con lo que podía hacer años antes con Opus. Por suerte, descubrí Windows Commander, que más tarde se convertiría en el conocido Total Commander.
Desarrollado por Christian Ghisler, Total Commander recuperaba el alma del Norton Commander de MS-DOS pero con esteroides: soporte para arrastrar y soltar, compresión y descompresión integrada, clientes FTP, sincronización de carpetas, y todo, como a mí me gustaba: en doble panel.
⚙️ Aplicaciones prácticas de Total Commander hoy en día
Aunque pueda parecer una herramienta nostálgica, Total Commander sigue vivo y más útil que nunca. Lo uso a diario y estas son solo algunas de sus funciones más potentes:
-
🔄 Sincronización de carpetas: Ideal para hacer copias de seguridad entre discos duros, carpetas locales y unidades externas. Puedo detectar solo los archivos nuevos o modificados.
-
🗂 Comparación de directorios y archivos: útil para proyectos de audio o vídeo donde tengo muchas versiones de archivos similares.
-
🗃 Descompresión integrada: olvídate de WinRAR o 7-Zip; TC abre ZIP, RAR, ISO y más, sin salir del programa.
-
🔍 Búsqueda avanzada: puedo buscar por texto dentro de archivos, por tamaño, fecha, extensión… ¡mucho más potente que el buscador de Windows!
-
🧩 Soporte de plugins: le he añadido vistas previas de imágenes, reproducción de audio, visualización de metadatos e incluso conectores FTP/SFTP.
-
🖥 Trabajo con servidores FTP/SFTP: puedo gestionar archivos en servidores remotos sin necesidad de abrir FileZilla.
-
🧼 Batch rename y limpieza masiva: muy útil para reorganizar archivos con patrones, numeración, eliminar caracteres especiales, etc.
🔁 Una filosofía que nunca abandoné
Más allá del programa en sí, lo que me une tanto a Directory Opus como a Total Commander es la filosofía de trabajo eficaz: tener control, ser rápido, y poder hacer tareas complejas con unos pocos clics o teclas. Esa forma de trabajar me acompañó desde el Amiga hasta hoy, y me ha ahorrado miles de horas en mis proyectos de audio, vídeo y gestión de archivos
📝 Conclusión
Mi historia con los gestores de archivos comenzó con Directory Opus en el Amiga y sigue viva hoy con Total Commander en Windows. Cambian los sistemas, cambian las pantallas… pero la necesidad de eficiencia, orden y control sigue igual de vigente. Y si tú también eres de los que buscan productividad sin artificios, te invito a probar Total Commander. A veces, lo clásico sigue siendo lo mejor.
0 comentarios:
Publicar un comentario